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Quiobolas mis carnalitos del Ecuador y de otros países que nos visitan en esta su casa TACANIJO

Les empezaré echándoles el choro de la historia de este changarro… Corrían los años de hace un chingo por ahí del mes de septiembre cuando una vieja bien chula para aquel entonces desconocía su procedencia y que en ese momento me valió madres. Me dije a mi mismo… «MI MISMO ahora es cuando chile verde hay que darle sabor al caldo y pa luego es tarde me la AMARRÉ», por el momento solo como cuates bueno eso decíamos, para no hacerte la cansada resultó que esta chamacona era de Ecuador; razón y motivo por lo cual tu servidor se encuentra aquí.

El chiste es que acá ya en Ecuador yo cocinaba para mis cuates y mi nueva raza, algo de antojitos mexicanos en reuniones y pachangas de mi chavo que en esos entonces solo tenía uno, después ya me destape y salieron los otros dos.

Por ahí no falta el pinche comedido y que me dijo: «cocinas bien gara pana y no te chendeo, ponte un nego que te va ir bien bacán» y a mí no me dicen dos veces… «y que me lo pongo wey», pinte y decoré al puro estilo mexicano, compre platos, vasos y cucharas solo para el número de sillas que tenia que no eran muchas y abrimos avisando solo a algunos cuates y a la raza y desde los primeros días de septiembre del 2010 el TACANIJO se encuentra a sus órdenes con los mismos días y horario de atención.

Gracias a la raza, cuates y clientes que nos siguen recomendando.

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Historia del Burrito

En los tiempos de la revolución mexicana (1910-1921), en el barrio de Bella Vista, en CUIDAD JUAREZ CHIHUAHUA, México, había un señor llamado Juan Méndez que tenía un puesto de comida. Para que no se le enfriara la comida, tuvo la idea de hacer tortillas de harina de trigo grandes, colocar los rellenos dentro enrollando las tortillas y colocándolas dentro de mantelitos para mantenerlas calientes. Eran tantos los pedidos que recibía, que decidió comprar un burro para transportar la comida y cruzarla por el Río Bravo. Fue tan grande el éxito de su comida que con el tiempo comenzaron a llegar mexicanos y estadounidenses de todas partes preguntando por la comida del «burrito». Fue así como nació la denominación burrito.